Ivo Milazzo
Milazzo ha sido uno de los maestros que más he podido admirar en el mundo de las viñetas.
Poseedor de una maravillosa elegancia, de un trazo suelto, abierto y generoso, que no escatima vigores y rotundidades cuando procede, y que permite al lector el regalo de acercarse a su dibujo con la feliz complicidad de quien "culmina" mentalmente con el autor unos trazos que no terminan de resolverse en la página, sino más bien en la mente de cada uno de nosotros, es Milazzo uno de esos autores de difícil comparación. Un artista pleno de sabiduría, con unos principios de dibujo que, entroncando directamente con la asimilación de un pasado que podríamos denominar clásico,ha sabido desarrollar hasta convertirlos en algo nuevo y muy personal.
De su personaje más conocido, Ken Parker, subo algunas portadas que hablan a la perfección de las dotes que adornan la mano de este maestro.
Menos conocido, pero igualmente extraordinario, es el álbum titulado "Marvin, el detective".
De esta obra, van aquí las primeras páginas.
Y entresaco, del resto del tomo, un par de páginas que son una belleza, además de una ínfima muestra de viñetas.
La capacidad de síntesis que Milazzo alcanza en algunos cuadros es verdaderamente admirable. Despojado de todo lo superfluo, el dibujo llega a alcanzar una expresión casi poética.
Realizar aquí una antología del trabajo del maestro Milazzo se antoja casi imposible.
Valga esta diminuta muestra para asomarse a su portentoso dibujo a lo largo de tantos años. Un dibujo plagado de maravillas, que está vivo en los ojos y en la mente de aquellos que no han dejado de degustar una y otra vez sus páginas con enorme deleite y agradecimiento.
Poseedor de una maravillosa elegancia, de un trazo suelto, abierto y generoso, que no escatima vigores y rotundidades cuando procede, y que permite al lector el regalo de acercarse a su dibujo con la feliz complicidad de quien "culmina" mentalmente con el autor unos trazos que no terminan de resolverse en la página, sino más bien en la mente de cada uno de nosotros, es Milazzo uno de esos autores de difícil comparación. Un artista pleno de sabiduría, con unos principios de dibujo que, entroncando directamente con la asimilación de un pasado que podríamos denominar clásico,ha sabido desarrollar hasta convertirlos en algo nuevo y muy personal.
De su personaje más conocido, Ken Parker, subo algunas portadas que hablan a la perfección de las dotes que adornan la mano de este maestro.
Menos conocido, pero igualmente extraordinario, es el álbum titulado "Marvin, el detective".
De esta obra, van aquí las primeras páginas.
Y entresaco, del resto del tomo, un par de páginas que son una belleza, además de una ínfima muestra de viñetas.
La capacidad de síntesis que Milazzo alcanza en algunos cuadros es verdaderamente admirable. Despojado de todo lo superfluo, el dibujo llega a alcanzar una expresión casi poética.
Realizar aquí una antología del trabajo del maestro Milazzo se antoja casi imposible.
Valga esta diminuta muestra para asomarse a su portentoso dibujo a lo largo de tantos años. Un dibujo plagado de maravillas, que está vivo en los ojos y en la mente de aquellos que no han dejado de degustar una y otra vez sus páginas con enorme deleite y agradecimiento.