Badía camps, ilustrador (1)
Hacia los últimos años de la década de los setenta, llegó hasta nuestras librerías una nueva saga de libros, una colección destinada al público juvenil, que combinaba con acierto géneros tan atractivos como los de aventuras y misterio, a través de tramas en las que había que poner en juego las mejores dotes detectivescas junto con el suficiente aplomo para afrontar situaciones peligrosas, no demasiado habituales ni deseables en las vidas de cualquier adolescente al uso.
Era la Editorial Molino quien se lanzaba a la publicación de esta colección traduciendo los textos que Random House venía publicando desde 1964.
Los protagonistas de esta serie eran tres jóvenes inteligentes, arrojados, intrépidos, inconscientes a veces, pero casi siempre bien dispuestos a poner sus cualidades al servicio de cualquier misterio que mereciera ser desentrañado.
Sus nombres eran Júpiter Jones, Pete Crenshaw y Bob Andrews, y sus aventuras contaban con el inestimable beneplácito de, nada menos, que Don Alfred Hitccock, el cual nos contemplaba, el rostro abultado y la mirada cómplice, desde todas las portadas de la colección.
Hablamos, claro, de Los Tres Investigadores.
Yo no sé qué alcance tuvo la colección entre los chicos de mi generación. En mi entorno conocido, eso sí, no recuerdo a ninguno de mis amigos de entonces que no haya leído, al menos, algún volumen de esta gozosa saga, que nos proporcionaba luego gratas, largas y enriquecedoras charlas.
Robert Arthur firmó un buen número de los magníficos textos de esta colección, de los cuales recientemente he releído algunos, renovando agradables sensaciones de antaño.
Bien puedo decir, con verdadera nostalgia, que fue con ellos, con esos tres chicos admirables, con quienes, en buena medida, me enamoré del hábito de leer día tras día, algo que no he dejado de practicar y disfrutar desde entonces.
Pero no son los libros en sí lo que aquí nos ocupa, o mejor dicho, lo es sólo una parte de ellos, la que forman sus portadas. Portadas éstas realizadas por un artista conocedor de la técnica y el medio, con enorme solidez de base y no menos gusto a la hora de plasmar sus ideas. Badía Camps desarrolla en esta colección de cubiertas un catálogo de magníficos ejemplos de lo que es (era) un estilo de ilustración, pictórico, con clase, elegante y estilizado por añadidura, pero también fresco, leve y desenvuelto, como corresponde a la franja de edad a la que los libros iban dirigidos.
Badía es de esos artistas que, con cuatro elementos, acompaña a los personajes y crea un ambiente. Concentra y detalla lo necesario donde es de rigor y, con inteligencia y buen ojo, abandona otras zonas del cuadro a un acabado más vigoroso y rápido, harto expresivo, creando en conjunto hábiles composiciones donde el ojo es sabiamente conducido a lo que verdaderamente importa.Su representación de la figura humana, en este caso la de los tres jóvenes aventureros, es, cuando menos, modélica. Las poses, las expresiones, las actitudes corporales de los personajes dan una idea bien definida, a veces brillante, de la situación, del estado de ánimo por los que pasan.
Todo en el trabajo de Badía denota conocimiento y profesionalidad por los cuatro costados, y en esta colección de portadas, donde yo tuve por primera vez contacto con su obra, lo pone bien de manifiesto, y al alcance de todos.
Hoy, además de su trabajo en Los Tres Investigadores, os muestro ejemplos de su arte en otras colecciones de libros.
Desde aquí, rendimos pues con gran placer, un cariñoso homenaje a Badía Camps.
Y le damos las gracias.
Gantry
15 Comments:
Amigo Gantry, me está haciendo la competencia!!!
Que magnifica entrada de Badía, el gran ilustrador. Creador junto con Petronius, Martí Ripoll, López Espí y Antonio Bernal de un estilo que ha definido usted muy bien.
Saludos y a seguir así!!!
Me imaginaba que el gran Badía podría ser de tu agrado. A mí también me maravillan Bosch, Longarón, Miralles, Penalva, Sanjulián...enormes artistas todos ellos.
Por cierto, que quizás reedite la segunda parte de esta entrada de Badía, para así añadir algunos comentarios que, en el libro "SI: una agencia artística en Barcelona", realizó el artista hace años.
No sé si te suena el libro. Es a color,formato grande,de Toutain, claro, y viene repleto de ilustraciones de todos esos autores que te mencionaba y de bastantes más. Incluye también entrevistas con Sanjulián y F. Fernández.
Está de miedo, la verdad.
En fin.
Gracias por tus ánimos!
Un abrazo!
Si tengo el libro en cuestión, está muy bien. También esos otros ilustradores, Miralles, Longarón, Penalva...
Me decía un compañero dibujante que debe de haber por ahí un libro que recopila todas las portadas de Creepy, creo. Igual me confundo (o él) y son del 1984, no sé. ¿A ti te suena algo de esto, Dionisio?
Libro no me suena, pero en la red creo que hay algo. Igual a lo que se refiere tu colega es a un libro que sacaron los de Tebeosfera, recopilando su página web, en el que está la indexación completa de esa revista:
http://www.tebeosfera.com/
http://www.tebeosfera.com/Obra/Tebeo/Toutain/Creepy/ficha.htm
This comment has been removed by a blog administrator.
Gracias por el dato! A indagar, entonces...
Una aportacion de Badia Camps que a mi me sedujo fueron las portadas para novelas de Enyd Blyton. Tambien las publicaba la editorial Molino y son algo anteriores a los tres investigadores. Yo me lei de carrerilla y varias veces todas los que habia en la biblioteca de mi pueblo. Una maravilla de portadas y de novelas (quiza algo cursis con la perspectiva de hoy, pero de aquella, ¡insuperables!)
Enhorabuena por la entrada y por el blog en general
Muchas gracias, Jose María!
La verdad es que a mí, de Badía Camps, es que me gusta todo! También éstas portadas de las que hablas, claro, aunque es cierto que, quizás la temática, para algo menos de edad, te las podía hacer menos atractivas que las más inquietantes y misteriosas de Los Tres Investigadores. Pero la mano del artista era la misma. Cuando se dibuja bien, como él sabía, el resultado es siempre magnífico.
Un placer leerte!
Gan
estoy muy agradecido por vuestros comentarios
badia camps
Bueno, esto sí que es tremendo.
Hacía meses y meses que no remiraba esta entrada y resulta que el propio y admirado Badía Camps ha dejado un mensaje,
Me doy de cabezazos contra la pared!
Discúlpeme, caballero.
Le agradezco en el alma su agradecimiento, el cual no se merece, dado que somos nosotros los que realmente nunca le agradeceremos lo bastante el poner su talento al servicio de tantísimas ilustraciones y portadas con las que tanto seguimos disfrutando.
Es un placer enorme poder saludarle.
Y vuelva cuando quiera, maestro.
Los libros estaban más o menos bien para aquellas edades...Pero es cierto que las portadas te hacían desear tenerlos. Yo no he leído la del Misterio de ojo de fuego, pero aún conservo desdpués de tantos años la sobrecubierta con el mismo dibujo que no le importó regalarme a su dueño.
Y si he dado con este blog ha sido por buscar algo que me hablara del autor de aquellas magnifícas portadas. Un saludo.
Me encantan las ilustraciones y el homenaje que le hiciste a Badía Camp, la verdad se lo merece no hay mucho sobre sus imagenes en la red.
A mí me atrajo de pequeña la ilustración del primer libro de Fantomette, y me sigue gustando mucho le tengo mucho cariño.
Desde luego que este hombre sabía cómo crear atmósferas muy particulares en las portadas. Gran maestría, sin duda alguna. Yo era y sigo siendo forofo de "Los Tres Investigadores", y la verdad es que no me imagino ya a los libros separadamente de las portadas que los ilustraban. Únicamente pondría el pero --si es que realmente es un pero-- de que, en beneficio de esa atmósfera particular, delicada y algo evanescente, los detalles quedaron sacrificados, en especial los rasgos físicos que caracterizan a los personajes. Un saludo cordial. (Alfredo, Gijón).
Recién leyendo el blog me doy cuenta cuanto dicen los libros desde las portadas. Yo comencé con el Nº5 Misterio del Tesoro Desaparecido. Y es verdad igual que otro comentario, a los 9 años ese libro llegó a mis manos y me regaló el placer de la lectura para toda mi vida. Me acuerdo que tenía el libro en mis manos y lo miraba y lo miraba, agradable también al tacto, y ya mi mente se proyectaba de alegría a tanta aventura y misterio. Saludos amigos. Carlos.
Post a Comment
<< Home