Sunday, January 06, 2008

Caballeros del cómic (1): Jose Luis Salinas



Caballero: Que cabalga. Hidalgo noble. El que se porta con nobleza y generosidad.
Yo no sé si Salinas montaba a caballo, pero , remirando una y otra vez las tiras diarias que realizó durante más de una década para Cisco Kid, uno juraría que este artista podía sentir en cada poro la vibración de los cascos bajo su cuerpo, el vigor y la fuerza de una cabalgadura en pleno esfuerzo, la tensión de músculos y tendones de esas bestias magníficas.










La manera en que este hombre ha dibujado a caballos y parentela diversa, su aparente facilidad para representarlos en cualquier acción, me ha fascinado desde muy niño, cuando descubrí embobado su Cisco Kid.
Son sus caballos de una elegancia suprema, en cierta medida sofisticados, seguramente más estilizados y menos brutos que los que recorren las viñetas de otros dibujamtes de cómics, pero, eso sí, de una belleza, de un acabado gráfico deslumbrante.















Y plasmados con una honestidad, además, a toda prueba.
Sus poses respetan y reflejan siempre con correción la manera natural en que un caballo se desplaza.
Las actitudes equinas que dibuja el maestro parecen perfectamente extractadas del deambular natural de cualquier caballo, a la manera de las célebres fotografías de Muybridge: andar quedo, trotecillo, medio galope, galope furioso, manotazos, saltos, frenazos, encabritamientos, coces, frenadas súbitas, desplomes...todo lo escruta , estudia y lo refleja Salinas con escrupulosidad y encanto envidiables, sabedor de que, además de estar bellamente dibujado, un caballo "sólo lo parecerá si se mueve como tal".
De nada sirve un bello delineado si la pose, la posición global , la relación de las cuatro patas entre sí son incorrectas, absurdas, ridículas, falsas.
Algo obvio, pero que muchos otros dibujantes, algunos de prestigio, no siempre han sabido plasmar.
Y, además de esta verosimilitud, qué belleza de dibujo el del maestro.
Porque...qué manera tan suelta, tan admirable, tan natural, tan envidiable, de trazar líneas y manchas que posee Salinas, y qué facilidad para conseguir siempre una proporcionalidad y una apariencia correcta en estos hermosos animales.
Y, en fin, aunque, además de caballos, Salinas dibujaba lo demás igual de bien, me limito a subir aquí un extraordinario festival de poses de équidos que este artista nos regaló en este, su Cisco Kid.
Lo hago como primero de varios posts dedicados a los que entiendo y considero como los mejores dibujantes de caballos que la historia del cómic haya dado.
En próximas entradas: Ivo Milazzo, Hermann, Víctor de la Fuente...